La gestión eficiente del espacio en un almacén es fundamental para optimizar operaciones logísticas y reducir costes. Calcular correctamente la capacidad máxima de almacenamiento no solo permite aprovechar al máximo el espacio disponible, sino también asegura una organización adecuada que facilita la circulación de mercancías y el cumplimiento de los tiempos de entrega. Este análisis también es clave para mejorar las operaciones de las empresas especializadas en logística, donde cada metro cuadrado cuenta. En este artículo, desglosaremos los aspectos necesarios para determinar la capacidad máxima de un almacén y los factores clave que influyen en su optimización.
¿Cómo se determina la capacidad del almacén?
Determinar la capacidad de un almacén implica analizar varios aspectos clave que permiten establecer cómo se puede utilizar el espacio de forma eficiente.
Esto incluye desde las dimensiones físicas del lugar hasta los sistemas de almacenamiento empleados.
- Medición de las dimensiones físicas: Es el punto de partida para calcular el espacio disponible. Se deben medir la longitud, la anchura y la altura total del almacén.
- Definición de áreas operativas: No todo el espacio del almacén está destinado al almacenamiento. Hay que reservar zonas para pasillos, áreas de recepción y despacho, y espacios para operativas adicionales.
- Elección del sistema de almacenamiento: El tipo de racks o estanterías influye directamente en la capacidad. Sistemas como los racks selectivos, drive-in o push-back tienen características específicas que impactan en el aprovechamiento del espacio.
- Evaluación del producto almacenado: Las dimensiones y el peso de los productos también son determinantes. Es importante conocer el tipo de unidades de carga (palets, cajas, contenedores, etc.) y cómo se distribuyen. Siendo realmente importante en actividades como los servicios logísticos para ecommerce, donde la optimización del espacio influye directamente en la rapidez del cumplimiento de pedidos.
Factores a tener en cuenta para determinar la capacidad de almacenamiento
Hay una serie de elementos que influyen en la capacidad de almacenamiento de un almacén y que deben analizarse detalladamente.
Estos factores permiten maximizar el uso del espacio disponible y garantizan que las operaciones logísticas se desarrollen de manera ágil y eficiente.
- Altura del almacén: La altura juega un papel determinante, ya que determina cuántos niveles de estanterías se pueden instalar. Para aprovechar la altura al máximo, es importante contar con sistemas de almacenamiento adecuados y equipos de manipulación que permitan trabajar con seguridad.
- Diseño de los pasillos: El ancho de los pasillos influye directamente en la densidad del almacenamiento. Pasillos más estrechos permiten aprovechar más espacio, pero requieren carretillas elevadoras especializadas. En contraste, pasillos amplios facilitan la movilidad pero reducen el espacio disponible para almacenar.
- Rotación de inventario: La frecuencia con la que se mueven los productos afecta la organización del almacén. Almacenes con alta rotación necesitan áreas accesibles, mientras que aquellos con productos de baja rotación pueden priorizar el almacenamiento en zonas menos cómodas.
- Peso de los productos: El peso también es un factor importante, ya que las estanterías y los suelos tienen límites de carga que no deben superarse. Es necesario realizar un estudio previo para garantizar que las estructuras puedan soportar el peso sin comprometer la seguridad ni la integridad del almacén. Este aspecto es decisivo para una planificación eficiente, especialmente cuando se integran servicios de logística inversa en las operaciones.
¿Cómo medir la capacidad máxima del almacén?
Medir la capacidad máxima implica calcular el volumen total disponible y luego ajustar esa cifra teniendo en cuenta los factores mencionados anteriormente.
Este proceso es determinante para garantizar que el espacio se utilice de manera eficiente y que se adapten las soluciones de almacenamiento a las necesidades específicas del almacén.
Los pasos para medir la capacidad máxima son los siguientes:
- Calcular el volumen total bruto: Multiplica la longitud, la anchura y la altura del almacén. Ejemplo: Un almacén de 50 metros de largo, 20 metros de ancho y 10 metros de alto tiene un volumen bruto de 10.000 m³.
- Restar las áreas no utilizables: Descuenta los espacios destinados a pasillos, zonas de carga y descarga, oficinas, y áreas de seguridad.
- Aplicar el factor de ocupación: No todo el volumen restante se puede utilizar. Este factor, que suele ser del 80% en almacenes bien organizados, representa el porcentaje de espacio que realmente se puede aprovechar para almacenar mercancías.
- Considerar el sistema de almacenamiento: Ajusta la capacidad en función de las características del sistema de racks o estanterías utilizado.
¿Cuál es la fórmula para calcular la capacidad de almacenamiento?
La capacidad de almacenamiento se calcula con la siguiente fórmula:
Capacidad de almacenamiento = Volumen bruto × Factor de ocupación
Si trabajas con palets, puedes usar la fórmula:
Número de palets = Volumen utilizable ÷ Volumen por palet
Ejemplo práctico
Un almacén tiene un volumen bruto de 10.000 m³, de los cuales un 20% se destina a pasillos y áreas no utilizables. Si el factor de ocupación es del 80%, el volumen utilizable es:
10.000 × 0,80 = 8.000 m³
Si cada palet ocupa 2 m³, el número total de palets que se pueden almacenar es:
8.000 ÷ 2 = 4.000 palets
Maximizar el uso del espacio en un almacén requiere una evaluación detallada de sus características y necesidades operativas. Aplicar una metodología clara y precisa asegura que el almacén pueda responder de manera eficiente a las demandas del negocio, mejorando tanto la gestión del inventario como el rendimiento general de la operativa.